En esta primera parte de nuestros estudios del HOMBRE y sus CUERPOS, vamos a tratar de aclarar y definir en la medida de nuestras posibilidades cuales son los INSTRUMENTOS, VEHÍCULOS y CUERPOS por los cuales el hombre como ALMA y CONCIENCIA puede actuar y manifestarse en cualquiera de los diferentes Planos, Mundos o Dimensiones del Cosmos estudiados en un capítulo anterior. Esto nos dará una amplia y verdadera visión para comprender cual es el "VERDADERO EQUIPO" que dispone el hombre para exteriorizarse y evolucionar en la vida de su manifestación.
Conocerse a sí mismo es necesario, si queremos alcanzar algún grado de Sabiduría. Conocerse es llegar a ser consciente de los diferentes CUERPOS, que componen nuestra verdadera naturaleza, tanto humana como divina; conocer la composición como estructura, no tan sólo de nuestro mecanismo físico, sino también del psíquico, mental y espiritual de nuestro verdadero ser; desde los "cuerpos" más densos hasta los más sutiles; de los PRINCIPIOS que animan dichos cuerpos, de las necesidades que nos hacen sentir y de los estados de conciencia que les corresponden. Todos nos hemos observado un poco, y tratamos de conocer cuales son algunas de nuestras tendencias, buenas o malas, mentales o emocionales, y decimos: ¡Ya me conozco! Pero todavía no nos conocemos, ni siquiera nos hemos aproximado a nuestro mundo interior. En realidad, hoy en día, no existe ninguna representación del ser humano completa que abarque íntegramente su gran complejidad; por ello no hay que extrañarse de que las Religiones y los diferentes sistemas filosóficos no hayan tenido la misma concepción de su estructura y composición integral. En su libro “La Vida Psíquica: elementos y estructuras”, el Señor Oraam Mikhaël Aivanhov, expone muy acertadamente:
“Los Hindúes, por ejemplo, dividen al hombre en 7, y los Teósofos también han adoptado esta división. Los Astrólogos lo dividen en 12, en correspondencia con los doce signos del Zodiaco, y los Alquimistas en 4, de acuerdo con los cuatro elementos. Los Cabalistas han escogido el 4 y el 10: los cuatro mundos y los 10 Sefirots. En la Religión de los Antiguos Persas, el mazdeísmo, y después en el maniqueismo, el hombre se divide en 2, de acuerdo con los dos principios del BIEN y del MAL, de la Luz y las Tinieblas, Ormuzd y Ahrimán. En cuanto a los Cristianos, a menudo lo dividen en 3: Cuerpo, Alma y Espíritu. Aún añadiremos que ciertos esoteristas han escogido la división del 9, porque repiten el tres en los tres mundos, Físico, Espiritual y Divino.
¿Dónde está la verdad? Está en todos. Depende del punto de vista con el que se observe al hombre. Por eso no hay que rechazar ninguna de estas divisiones. Estas divisiones sólo son medios para presentar tal o cual aspecto de la realidad. No se contradicen entre ellas porque cada una es verdadera desde un punto de vista distinto.
Cuando escuchamos estas afirmaciones, aparentemente tan extrañas, que el hombre posee o poseemos varios cuerpos, surge en la mente de cualquier persona normal una sonrisa de escepticismo natural. Pero debemos comprender, que el ser humano no nace como cuerpo físico y después lo habita un alma, su andanza en el universo no empieza aquí en este planeta y en este plano físico. Sino que él “desciende desde lo alto” y se introduce en un cuerpecito de bebé y le da la vida. Antes de nacer, nuestro Ser ya esta en otros planos, en otras dimensiones, por lo tanto allí también necesita “cuerpos sutiles” para moverse o manifestarse como en el mundo físico. Por lo tanto, cuando nacemos ya poseemos varios cuerpos o vehículos de energías diferentes, aunque ahora no todos sean consciente de ello.
¿Para que sirven dichos cuerpos?. Primeramente hay que aclarar que nuestro verdadero “YO” no es ninguno de estos cuerpos. No hay que confundir al traje que nos ponemos para vestirnos, con la persona que se viste. Nuestro Ser Superior, que en los estudios esotéricos recibe el nombre de “Mónada” o “Espíritu”, por residir en el Plano Monádico, es una Entidad de tal Luminosidad y Belleza que difícilmente, debido a Su altísimo estado de vibración, puede descender a los planos más densos de la creación y experimentar allí, o manifestarse plenamente con todo su poder y gloria. Ese es uno de los propósitos o misterios de la Vida del Hombre. Manifestar toda Su Gloria como hijo de Dios en el plano físico y a través de un cuerpo denso. Cuando se alcanza tal supremo estado de manifestación, entonces “REDIMIMOS LA MATERIA” creando un canal perfecto de unión entre lo superior y lo inferior, entre el Cielo y la Tierra, tal es la Gran Obra.
Para conseguir este descenso en la ardua tarea de inclusión, el Espíritu se va rodeando, plano tras plano de vestiduras más densas, hasta alcanzar el último vehículo de manifestación que llamamos Cuerpo Físico. Anteriormente se ha tenido que recubrir necesariamente de un Cuerpo Mental, y de un Cuerpo Astral. El conjunto de estos TRES CUERPOS, Mental, Astral y Físico, que corresponden a los niveles de pensamiento, emoción y actuación respectivamente, es lo que esotéricamente se denomina PERSONALIDAD. Así pues el hombre piensa, porque tiene un cuerpo mental, siente porque tiene un cuerpo astral y actúa porque tiene un cuerpo físico. Y mediante estos tres aspectos del Ser, el hombre evoluciona a través de experimentar en dichos planos, correspondiéndole a cada uno, diferentes estadios de conciencia y percepción.
Estudiemos ahora cada cuerpo o vehículo inferior del hombre por separado, lo que llamamos “PERSONALIDAD” o Cuaternario inferior” después estudiaremos los Cuerpos Superiores. Estos son:
EL CUERPO FÍSICO, o Denso.
ELCUERPO ETÉRICO, Pránico o Vital.
- EL CUERPO ASTRAL, Emocional o de Deseos.
- EL CUERPO MENTAL.
EL CUERPO F Í S I C O
No es necesario escribir mucho respecto a este cuerpo, porque la naturaleza corpórea y el aspecto forma del mismo han sido objeto de investigaciones y tema de reflexión y discusión de los pensadores durante muchos siglos. Muchas de las conclusiones a las que han llegado son fundamentalmente correctas. Los postulados dados a continuación pueden servir como orientaciones reflexivas:
- Todos nosotros tenemos una FORMA y mediante esa forma hacemos cosas en la vida. El Cuerpo Físico tiene 5 sentidos, y mediante ellos el ser interno percibe la vida física. Todas las relaciones del hombre con el mundo están ligadas a los cinco sentidos. Por esa razón se afana en aprovechar al máximo sus posibilidades y, sobre todo multiplicar las sensaciones sensorias, algunas son más o menos necesarias, más o menos intensas. Pero a medida que el hombre va evolucionando espiritualmente, van apareciendo para su conciencia otros sentidos, sensibilizándose en otros aspectos más elevados, y más placenteros. Si bien es cierto e importante recordar que las percepciones basadas en los cinco sentidos tiene un límite, un tope natural, como lo tiene cualquier instrumento creado. El querer amplificarlos con métodos artificiales como las drogas o cualquier estimulante artificial, no hace más que embrutecer al hombre.
- El hombre en su naturaleza corpórea, es una totalidad, una UNIDAD. Dicha totalidad está subdividida en muchas partes y organismos. Estas innumerables subdivisiones, sin embargo, actúan en forma unida, siendo el cuerpo un todo correlacionado.
Dentro de nosotros también tenemos LOS CINCO ELEMENTOS, que son:
l- LA MATERIA o elemento TIERRA (la piel, las uñas, los huesos, el cabello).
2- EL AGUA (en forma de sangre y secreciones).
3- EL FUEGO (el calor que tenemos en nosotros).
4- EL AIRE (nuestra actividad respiratoria).
5- EL ÉTER o AKASHA (un aspecto del ESPACIO dentro de nosotros).
Diversos Nombres:
Al Cuerpo Físico, también se le conoce como: cuerpo denso, cuerpo sólido, el cuerpo de la apariencia, el carruaje, la casa, el castillo, la forma, el Sthúla Sharira.
- Cuando hablamos del cuerpo físico, es difícil separarlo de su doble etérico, o cuerpo etérico, puesto que ambos funcionan en el Plano Físico, están compuestos de materia física y son abandonados por el hombre al tiempo de su muerte, y se desintegran conjuntamente en el mundo físico cuando aquél pasa al astral. Las dos pertenecen al plano físico por la materia de que están formadas, y no pueden pasar del mismo; la conciencia que obra dentro de ellas, se halla circunscrita a las límites físicos, y está sujeta a las LEYES ordinarias del ESPACIO y del TIEMPO. Aún cuando parcialmente separables, se separan rara vez durante la vida terrestre, no siendo tal separación nada buena, sino señal de enfermedad o de constitución desequilibrada.
Veamos a continuación Al Cuerpo Etérico:
EL CUERPO E T É R I C O
En Oriente el cuerpo Etérico se le conoce con el nombre de LINGA SHARIRA, sin embargo es conveniente utilizar nombres Occidentales para poder definir mejor si cabe, los diferentes cuerpos sutiles del hombre. Los nombres más utilizados para este cuerpo son: Cuerpo etérico, cuerpo sutil, doble etéreo, cuerpo vital, etc.
- El nombre de DOBLE ETÉREO expresa exactamente la naturaleza y constitución de la parte más sutil del cuerpo físico (como veremos a continuación, el cuerpo etérico está íntimamente relacionado con el cuerpo físico denso, siendo el cuerpo etérico su parte más sutil, pero dentro del Plano físico). Es "ETÉREO" porque se compone de materia etérea, y "DOBLE" por ser el duplicado exacto del cuerpo grosero, su sombra energética, por decirlo así.
- La ciencia física moderna afirma que todo cambio corporal, ya sea en los músculos, en las células o en los nervios, está acompañado por una acción ELÉCTRICA; y esto es probablemente la verdad hasta en los cambios químicos que consecuentemente tiene lugar dentro de cualquier organismo. De esto se tiene amplio testimonio obtenido por cuidadosas observaciones con los galvanómetros más delicados. DONDE QUIERA QUE OCURRA LA ACCIÓN ELÉCTRICA, EL ÉTER TIENE QUE ESTAR PRESENTE, de modo, que la presencia de la corriente implica la del éter, que compenetra a todo y a todo envuelve; ninguna partícula de materia física se halla en contacto con otra, sino que cada una flota en una atmósfera de éter. Aquí encontramos que lo que los hombres científicos occidentales aseguran, como hipótesis necesaria, los Iniciados y Ocultistas afirmaban como una observación directa que puede probarse, pues el éter es de hecho tan visible como una silla o una mesa, sólo que se necesita para percibirlo una vista diferente de la física.
- El cuerpo denso se construye en la MATRIZ de este cuerpo vital durante la vida ANTENATAL. Este doble etéreo es perfectamente visible a la vista ejercitada, siendo su color de un violáceo gris, grosero o delicado en su textura, según el cuerpo denso sea grosero o fino, energéticamente hablando. Por medio del cuerpo etérico circula la vitalidad a lo largo de los nervios del cuerpo, estos nervios físicos densos tienen su contraparte etérica llamada CONDUCTOS NADIS, y por ellos circula lo que los Orientales llaman PRANA, que vendría a ser como una energía positiva y activa, vitalizando por su acción toda su contraparte más densa, o sea el sistema nervioso del cuerpo humano. Por esta razón generalmente en nuestra literatura se la menciona como el "VEHÍCULO DE PRANA" al cuerpo etérico. También en el cuerpo etérico encontramos numerosos CENTROS o CHAKRAS, que son como núcleos de fuerza, que una vez actualizados mediante métodos Ocultistas, y desarrollando altamente la espiritual, nos dan las cualidades o PODERES SUPERIORES para que en estas condiciones podamos obrar como verdaderos Hijos de Dios, con toda sus Potencias Actualizadas. La contraparte física de estos CENTROS o CHAKRAS son las glándulas físicas del sistema endocrino.
- Para los CLARIVIDENTES que pueden ver el cuerpo etérico, les resulta sencillo diagnosticar las posibles perturbaciones de salud que pueda tener, o pudiera tener, el observado, ya que por alguna razón a este cuerpo también se le denomina el cuerpo de SALUD. La mayoría de los casos las enfermedades van descendiendo de cuerpo en cuerpo hasta que al final se manifiesta el físico denso. Por esta razón es tan importante el reconocimiento científico de este dato, pudiendo anticiparse a la enfermedad, reconocida anticipadamente en sus cuerpos superiores. El Gran Médico y Ocultista PAPACELSO decía, que las enfermedades habían de ser curadas en los TRES CUERPOS.